Charlas en el aislamiento II

Charlas en Aislamiento surge como un ejercicio práctico abierto para intercambiar opiniones desde el contexto generado por la pandemia de COVID-19. En esta entrada presentamos un resumen de la discusión generada en la segunda sesión.

Cartel de invitación segunda sesión de Charlas en el aislamiento

Introducción
Esta segunda reunión tuvo lugar el 30 de mayo de 2020, justo al final de la “Jornada Nacional de Sana Distancia”, la cual consistió en una serie de medidas implementadas por la Secretaría de Salud de México y destinadas a la contención de la pandemia de COVID-19. Esta jornada estuvo vigente desde el 23 de marzo y decidimos realizar esta reunión virtual para conversar entorno a nuestras expectativas ante el nuevo escenario, pero también reflexionar en cómo la situación laboral y económica habían cambiado durante el encierro.
 
Objetivos 
Discutir alrededor de la percepción de los cambios provocados por la pandemia de COVID-19 a nivel social y sus implicaciones en las actividades laborales; Enfrentar los retos que plantea la “Nueva normalidad”, compartir experiencias y estrategias de cuidado ante una nueva etapa de la pandemia en México. 
 
Foto: Edgar Garrido
Palabras clave
COVID-19, sistema laboral, precarización, home-office, cuidado
 
Preguntas
1. ¿Crees que estamos preparadxs para hacer actividades cotidianas en el exterior?
En este punto de la pandemia muchos nos encontrábamos con miedo de salir y cuestionamos en ese momento la decisión del gobierno de México de reiniciar con algunas actividades dado que el número de contagios aún estaba en aumento.
“Podríamos empezar actividades en el exterior tal vez en espacios abiertos con la sana distancia que tanto se menciona, pero todavía estamos en un punto crítico en la que la situación se sigue viendo obscura.”
 
De igual forma, este nuevo escenario nos permitió comenzar a mirar soluciones que tendríamos que implementar en el espacio público para poder pensar en una nueva normalidad.
“Definitivamente no estamos preparados para regresar a los espacios exteriores considerando que todos los países que ya salieron a su nueva normalidad lo hicieron a través de guías y métodos para hacer uso de los espacios, cosa que hasta el momento aún estamos definiendo.”

2. ¿Conoces de actividades que no se han detenido durante la pandemia por su importancia para la ciudad y la vida diaria?
Esta pregunta surge a partir de la observación de actividades que no se habían detenido en la pandemia. También notamos que muchas de estas actividades se dan en condiciones laborales precarias y las personas que las llevan a cabo son las que más vulnerables ante la crisis sanitaria y económica. 
“Algunas estas actividades que salieron a relucir como esenciales tienen condiciones laborales precarias, y además ahora tienen que estar exponiéndose al contagio de COVID-19. Por ejemplo, las personas que trabajan en mercados y supermercados. También es la oportunidad de revalorar cómo es que esas actividades necesarias están protegidas, cómo podemos exigir que las personas que hacen estos trabajos puedan tener beneficios sociales y no se vea demeritado su trabajo.”
 
3. ¿Qué debilidades y amenazas expone la pandemia dentro de los sistemas de trabajo en México?
Algo que había resaltado la pandemia es la fragilidad de los sistemas laborales en México y lo expuestos que están todos los trabajadores informales del país.
“En la precarización del trabajo mientras menos prestaciones se den, mejor. Si no se regula pronto estos nuevos modos de contratos, todos vamos a acabar viviendo en el outsourcing. Va a ser horrible.”
“Si no te garantizan prestaciones sociales y los contratos son eventuales es obvio que la formalidad a veces es más redituable que estar con un contrato formal o con estos términos. La pandemia vino a reforzar la precarización del trabajo y que la reforma laboral no fue una reforma para el trabajador sino para las empresas.”
 
Una discusión muy interesante que surgió en la charla es la referente al home-office (teletrabajo), ya que, por una parte, valoramos las ventajas que tiene en términos urbanos, pero por otra, notamos que estar trabajando a distancia tiene un impacto negativo si no es implementado correctamente. 
“Puede ser que también sea hora de replantear la posibilidad de hacer unos días de home office, claro, los que puedan, y que eso también logre que se distribuyan mejor las actividades de la ciudad, por lo menos para el transporte. Muchas veces algunas personas tienen que hacer dos horas de camino al trabajo, estar ocho horas y regresar. Quizá esta posibilidad les dé la oportunidad de tener tiempos de descanso en los que no estén agotados toda la semana.”
 
“El home office tiene sus beneficios como sociedad, pero al trabajador al final solo es una condición más de trabajo precario. Ahora tú tienes que pagar luz, agua, internet, computadora, la empresa ya no tiene que pagar oficina.”
“En mi experiencia, me ha pasado que me han exigido más cosas porque yo no voy tengo que estar en mi casa haciendo una jornada laboral de 8 a 10 horas. No es posible porque igual estás reduciendo tu calidad de vida. A pesar de que estas en tu casa, no puedes tener tiempo de ocio.”

4. ¿Crees que se modificarán las condiciones laborales para proteger a los más vulnerables?
Teniendo en cuenta que las personas más vulnerables en la pandemia son aquellas que no pueden dejar de salir-trabajar porque eso implica dejar de llevar alimento a sus casas, en esta pregunta quisimos explorar las posibilidades de un cambio en el sistema laboral para que las condiciones sean más justas y se revalore la importancia de las actividades esenciales.
“Se pueden replantear las condiciones laborales y con la oportunidad de que a las personas se les garantice sí no salir del empleo informal, tener la posibilidad de algún apoyo económico en el que no repercuta directamente con el salario que ellos obtengan diario. Ver a las personas que no están inscritas en el sector formal, es reconocer a muchísimas personas que están trabajando al día y a las que esta pandemia afectó directamente. Podrían existir otras alternativas para que puedan tener apoyo y no sentirse totalmente en la vulnerabilidad.”
“Todo el proletariado siempre es vulnerable, en cuanto al trabajo formal e informal. ¿Qué es lo que hacía atractivo un trabajo formal? ¿Estar 8, 10, 12 horas trabajando? ¿Tu pago quincenal, prestaciones, seguro? Con esta situación se ha evidenciado que el gobierno no tiene la capacidad para dar servicio si realmente estás vulnerable y necesitas atención médica, necesitas tu sueldo, el confort. Cada vez es menos atractivo trabajar en un sector formal.”

5. Además de las medidas establecidas para la “nueva normalidad”, ¿Qué otras medidas adoptarías?
La nueva normalidad nos exige repensar la forma en que nos relacionamos en todos los espacios. Esto sin duda ha modificado nuestra percepción acerca del exterior y el cómo nos relacionamos con otras personas.
“Tenemos que empezar a tomar medidas que en realidad tendrían que haber sido siempre necesarias. Por ejemplo, lavarse las manos. El contacto que tenemos con otras personas va a llegar a modificarse, la relación de persona a persona va tener varios cambios.”
“Estas medidas de las que se han hablado en las conferencias nos dejan ver que después de esta situación la vida no va a ser igual. Creo que van a cambiar muchas cosas a como las concebimos antes de la pandemia. Estaba pensando en cómo van a ser las actividades de recreación y esparcimiento y todas las actividades que tienen que ver con el espacio público, van a tener que seguirse con las medidas correspondientes, pero no sé en qué medida las van a respetar o seguir todas las personas.”
 
Conclusiones
Esta charla nos sirvió para mirar críticamente aquellas prácticas que hemos normalizado y que precariza el trabajo y nuestra calidad de vida. Estas reflexiones pueden ser un parteaguas para saber lo que se podría cambiar en el sistema laboral, el espacio público y el transporte. La pandemia de COVID-19 puede ser una oportunidad para generar herramientas para comenzar a hacer cambios.