En México la violencia contra la mujer es una constante que se manifiesta en distintos espacios como el hogar, las escuelas y los lugares de trabajo. Según cifras del INEGI en el Panorama nacional sobre la situación de la violencia contra las mujeres (2020), por cada 100 mujeres estudiantes de 15 años y más, 8 declararon ser víctimas de violencia emocional, 6 mencionaron haber vivido alguna agresión física y 11 reportaron violencia sexual. Siendo la Ciudad de México una de las 13 entidades con mayor prevalencia en estas violencias con un 19.7%.
Actualmente la Facultad de Arquitectura de la UNAM se encuentra inmersa en una serie de denuncias de violencia contra las mujeres, las cuales desembocaron en un paro total de actividades desde el 22 de marzo. Dicho movimiento fue promovido por las estudiantes de la facultad ante la falta de atención a sus demandas por parte de las diferentes instituciones. Bajo este marco de denuncias y de lucha, el 16 de mayo de 2021 se colocó el “Mausoleo de las Cifuentes” por parte de las Mujeres Organizadas de la Facultad de Arquitectura (MOFA).
El objetivo de esta intervención fue recordar el aniversario luctuoso de Graciela Cifuentes, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, y de su hija, Sol Cifuentes, estudiante de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, quienes fueron víctimas de feminicidio (asesinadas el 15 de marzo de 2018). Por medio de una serie de columnas cubiertas con mensajes, consignas y pintas que cubrieron la explanada de la Biblioteca Central y la entrada de la Facultad de Arquitectura , se buscó realizar una manifestación efímera en el espacio público de la universidad que hiciera evidente el sentir del alumnado.
Dicha intervención no solo representa el duelo ante el feminicidio de Graciela y Sol Cifuentes, sino que además expresa la búsqueda de justicia de las alumnas ante la violencia de género de la que son víctimas en las aulas de la institución. Así, esta manifestación se une a la infinidad de formas de expresión en el espacio público que reclaman justicia en nuestro país. Desde las cruces rosas por las muertas de Juárez en 2003, hasta los zapatos rojos frente a la columna del Ángel de la Independencia y las recientes pintas frente al Palacio Nacional con el nombre de las víctimas de feminicidio durante el último año.
Es alarmante que, a pesar de que las muestras de inconformidad aumentan, no solo en número, sino también en diversidad de expresiones, las cifras de violencia de género no disminuyen, ni se atienden las denuncias. Estamos ante un panorama donde es necesario un cambio en la Facultad de Arquitectura, la UNAM no puede seguir sin atender las demandas. En tanto no se atiendan estos problemas, manifestaciones como el “Mausoleo de las Cifuentes” continuarán ocurriendo. ¿Cuántos mausoleos, pintas, cruces y zapatos rojos son necesarios para el cambio?